Viajeros felices en el Desierto del Sahara. Foto: Julián Zapata
¡Llegó el momento de traducir de una manera diferente!
En el 2023, llegó el momento de decir “¡adiós!” al teclado y abrirles paso a la oralidad y la multimodalidad. En los próximos años, la traducción dictada, reinventada, se convertirá en la norma en el sector de la traducción profesional.
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Para digitar en un teclado la palabra Vigneault — un apellido francés —, se necesitan 10 pulsaciones: dos para la v mayúscula y ocho más para las demás letras. Si se quiere ser formal, Monsieur Vigneault: veinte pulsaciones, incluyendo el espacio.
Para pronunciarlo, se necesitan tan solo nueve sonidos: [məsjø viɳo].
Desde hace más de medio siglo, los traductores tienen la posibilidad de dictar sus textos en lugar de digitarlos en la computadora. Sin embargo, tanto los traductores en ejercicio como las escuelas de traducción ven la traducción dictada y las herramientas de dictado con desconfianza. La mayoría se aferra a los métodos tradicionales, pues no le han dado a la traducción dictada la oportunidad de demostrar lo que puede hacer. No obstante, un número significativo de traductores en el mundo entero aún dicta sus traducciones.
Para nadie es un secreto que la traducción dictada permite duplicar e incluso triplicar la productividad; permite concentrarse en la transferencia interlingüística y producir traducciones de mejor calidad. También ayuda a prevenir enfermedades y trastornos relacionados con el trabajo de oficina y a sentirse en forma, además de mejorar su satisfacción profesional y la calidad de vida.
El gran regreso de la traducción dictada de una forma diferente
Los múltiples testimonios de los traductores que dictan y los estudios científicos publicados en las últimas cuatro décadas me inspiraron y permitieron desarrollar el concepto de traducción dictada interactiva (TDI) en el marco de mis estudios académicos y emprendimientos. La TDI revive la traducción dictada como se practicaba hace medio siglo, pero integrando además lo mejor de las tecnologías interactivas, multimodales y conectadas a la nube que tenemos hoy en día, como lo son las aplicaciones de reconocimiento vocal y los dispositivos móviles y de pantalla táctil.
Aumentar la productividad es solo el comienzo
El futuro de la traducción dictada interactiva es prometedor.
La TDI ofrece el potencial de convertirse en una de las técnicas de trabajo más eficaces y ergonómicas en el futuro de la profesión. Ofrece la ventaja de funcionar con una amplia gama de combinaciones lingüísticas y puede usarse en todo momento y en todo lugar, ya sea desde su computadora o sus dispositivos móviles.
Finalmente, les permitirá a los locutores de las lenguas que no tienen ningún sistema de escritura acceder a contenidos traducidos indispensables para su comprensión del mundo, educación y desarrollo sostenible, al igual que para dar a conocer su patrimonio literario, cultural e intelectual. Es así pues que la TDI puede contribuir a la supervivencia de las lenguas en peligro de desaparición y reforzar la diversidad lingüística en nuestro planeta.
Las lenguas, en su esencia, son orales. En traducción, lo esencial es permitir la comprensión y la comunicación interlingüística e intercultural, mas no apostar carreras de pulsaciones por minuto en el teclado ni de palabras traducidas por día.
Adiós al teclado y a la automatización del arte de traducir
Por mi parte, no siento que la profesión de traductor esté amenazada por la traducción automática o la inteligencia artificial (aunque esta última juega un papel importante en el desarrollo de herramientas de TDI emergentes). Cuando se trata de comprender las sutilezas de las más de 7 000 lenguas del mundo, al igual que los matices culturales, los humanos somos aún mucho, pero mucho más competentes que las máquinas. Yo veo en la TDI la verdadera esperanza: la verdadera manera de producir traducciones humanas de calidad superior y de hacerlo a una velocidad muy cercana a la de nuestro pensamiento.